Las pesadillas se generan a partir de la infancia, antes de los 10 años, pero dependiendo de sus causas, pueden manifestarse durante toda la vida.

Estas se presentan en la etapa del sueño de movimiento ocular rápido y generan mayor tensión, alta frecuencia cardiaca y respiratoria, así como sudores nocturnos. Sus principales causas son:

1. Estrés. De manera particular las desencadenan eventos que detonan el estrés postraumático debido a fuertes o significativas experiencias, pero también el estrés laboral suele ser una de sus causas.

2. Trastorno de ansiedad generalizada. La ansiedad y angustia causadas sobre todo por las presiones diarias o determinadas fobias, pueden causarlas.

3. Apnea del sueño. Una de las manifestaciones de este trastorno pueden ser las pesadillas, por lo que el tratamiento del mismo ayuda a erradicarlas cuando son derivadas.

4. Depresión. Uno de los síntomas de esta enfermedad, cuando se presentan de manera crónica o aguda, puede provocar las pesadillas, en ocasiones como un reflejo del subconsciente.

5. Indigestión. Una sobrecarga del trabajo digestivo pueden desencadenarlas.

Cuando las pesadillas son frecuentes (hasta 3 veces a la semana) y se viven de forma vívida hasta fragmentar el sueño y descanso de una persona, se debe buscar ayuda profesional para determinar sus causas y el mejor tratamiento.

Fuente: Salud180.com