¿Tienes las manos y pies fríos? Es uno de los signos que está relacionado con los problemas circulatorios debido a la falta de . A ello también se le suman la retención de líquidos, la pesadez en las piernas o los calambres nocturnos. En ese sentido, para reducir este malestar, una buena alimentación es la clave.

Por ello, el médico flebólogo e investigador Miguel Ángel Gramajo Booth indica 4 consejos importantes que debes tomar en cuenta:

1. Controlar la cantidad de sal

El exceso de sal influye negativamente sobre la circulación de la sangre, lo que provoca la retención de líquidos. Asimismo, debes tener cuidado con los alimentos que contienen sodio, como los snacks, encurtidos, los quesos crudos o fiambres.

2. Evitar las grasas saturadas

El consumo excesivo de grasas saturadas incrementa los niveles de triglicéridos y colesterol y aumenta la viscosidad de la sangre. Lo que finalmente dificulta la circulación.

3. Aumentar el consumo de líquidos

Todos sabemos que el consumo de agua es fundamental para hidratarnos. Se recomienda tomar de dos a tres litros por día. También puedes incorporarlos en jugos de fruta, infusiones y caldos ( que son los preferidos en estas épocas de invierno).

4.Incorporar las grasas buenas

Aquellas grasas poliinsaturadas ayudan a disminuir la viscosidad de la sangre y favorecen la corriente sanguínea. Asimismo, aumenta el “colesterol bueno” y hacen que el “colesterol malo” no se acumule alrededor de las arterias ( lo que evita la formación de placas en las paredes de los vasos sanguíneos). Otra fuente de estos nutrientes son los aceites de semillas como el girasol, maíz y chía.