Todos tenemos un niño interior que nos ayuda a ver las cosas de una manera simple y disfrutar de la vida; además, existen algunos placeres infantiles que nos devuelven la sonrisa y la sensación de bienestar.

Algunos especialistas consideran que el mal humor desaparecerá, si dejas tus actividades diarias por un momento, para disfrutar de un algodón de azúcar, jugar con plastilina o simplemente dibujar algo que te guste.

Vive la vida como un niño

Para los infantes no existen las preocupaciones, porque ellos ven la vida como un juego y no como un enfrentamiento, así que no lo dudes y recupera a tu niño interior; trata de ver la vida de forma positiva, para perder el temor, la frustración y el enojo.

Por este motivo, olvídate por un segundo del estrés y regresa el tiempo: visita un parque, haz burbujas, súbete a la bicicleta, comparte los juegos con tus hijos, dibuja o simplemente ríete de los más sencillo de la vida.

Lo importante de cualquier actividad que realices es que la disfrutes y convivas contigo mismo.

Fuente: Salud180.com