Si crees que has reducido calorías, pero no está reflejado en una pérdida de peso inmediata, esto puede ser porque tu cuerpo está tratando de acostumbrarse a cierto grupo de alimentos, y al recibir menos comida, tu metabolismo hace que trabaje más lento. Aunque resulte extraño, esto puedes solucionarlo, alimentándote en mayor cantidad, pero no introduciendo calorías a tu dieta. Consume pequeñas cantidades de comidas saludables durante todo el día, para que tu metabolismo se encienda de nuevo; en vez de limitar la cantidad de veces que comes a diario.

Si eres una mujer que está por los 30 y quiere mantener un estilo de vida como una mujer de 20, puede originar estos problemas, como por ejemplo: la falta de sueño, una clara evidencia de que si el cuerpo no descansa lo suficiente, el peso puede jugar una mala pasada. Recuerda que debes dormir por lo menos ocho horas diarias. Ello contribuirá a tener mejores resultados.

Iniciaste una rutina de ejercicios, pero no bajas de peso. Mantener una buena figura debe dar beneficios con una buena alimentación. Si sigues alimentándote de frituras, azúcares, etc; ganarás rápidamente las calorías que quemaste en la rutina física.