La es un nuevo producto que se ha convertido en tendencia en , debido a que la presentadora española Cristina Pedroche dio a conocer en su Instagram su experiencia utilizando este producto como alternativa a las toallas higiénicas y a los tampones.

“Sin embargo, en países como el nuestro hay muchas que tienen dudas sobre cómo se uitlizan, a lo que se suma que el cuidado íntimo femenino aún es un tabú para la sociedad”, señala la Dra. Rina Cuadros, ginecóloga.

En ese sentido, para estar mejor informadas, a continuación la especialista aclara los grandes mitos alrededor del uso de la copa menstrual. ¡Entérate más en las siguientes líneas!

1. Es propensa a los derrames

¡Falso! Se adapta perfectamente a las paredes de la vagina, por tanto la posibilidad es mínima. Después de cumplir con su trabajo se retira agarrándola de la base, esto anula el riesgo de mancharse con el flujo menstrual. Posteriormente, se limpia con agua y jabón neutro, y se vuelve a utilizar.

Es necesario hervir la copa entre ciclos menstruales para esterilizarla y volver a usarla libre de gérmenes y bacterias. Por el contrario, las toallas y los tampones son más propensos a los indeseados derrames por su limitada absorción.

2. No soporta un flujo abundante

¡Falso! Las toallas higiénicas y los tampones están hechos para ser cambiados aproximadamente cada 3 horas. Es por ello que muchas mujeres tienen la percepción de que su flujo es demasiado abundante. Sin embargo, las copas menstruales funcionan de una forma diferente. Una chica promedio menstrúa entre 30 y 60 mililitros en un ciclo completo. Una , como DivaCup, tiene capacidad de contener hasta 30 mililitros y bien puesta puede acompañarnos hasta por 12 horas continuas sin manchas ni derrames.

3. Es un producto más costoso

¡Falso! Mientras que una fémina usa en promedio dos paquetes de toallas higiénicas o tampones por ciclo, la copa tiene una vida útil superior a dos años. A la larga el costo económico y ecológico de los productos desechables es mucho mayor. Puedes elegir entre 52 paquetes de desechables o 1 copa menstrual en el transcurso de dos años. El precio de una copa de buena calidad es de 130 soles, aproximadamente, mientras que cada paquete de toallas higiénicas y tampones cuesta en promedio 4 soles y 14 soles, respectivamente.

4. Colocarla puede ser incómodo

Solo al inicio. Se tiene la idea que introducirla o sacarla es un proceso fastidioso, pero en realidad es una curva de aprendizaje. La mayoría de usuarias afirma que una vez que aprenden a usar la copa menstrual correctamente, no están dispuestas a regresar a la incomodidad de los desechables. Debemos recordar que el canal vaginal se puede estirar más de 10 veces su tamaño, por lo que de ninguna forma causa dolor. “La sensación de colocarse una copa menstrual puede ser similar a la de usar un tampón”, explica la especialista.

5. No se puede orinar con la copa

¡Falso! No es necesario retirarla porque la uretra y la vagina son dos canales distintos. “Una vez más, estas inquietudes nacen de una falta de conocimiento de nuestra anatomía, y por ello es importante que las mujeres jóvenes y adultas aprendan más sobre ellas”, resalta la doctora.

6. Las copas producen mal olor

¡Falso! El flujo menstrual solo produce mal olor cuando se expone al aire, debido a un proceso de oxidación. Las toallas desechables y tampones no solo están expuestas al ambiente, sino que contienen distintos absorbentes que generan un fuerte olor. En cambio, la copa se utiliza internamente, no permitiendo el contacto con el exterior.

7. Puede provocar infecciones

¡Falso! Por el contrario, reduce el riesgo de infecciones porque no permite que la sangre altere el grado de acidez normal de la vagina, pues el flujo menstrual queda depositado en la copa. Para evitar problemas de salud es indispensable elegir una copa menstrual certificada y de calidad.

Por ejemplo, la copa DivaCup ha sido certificada como un dispositivo médico seguro ante diversas instituciones como la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) de E.E.U.U., la TGA (Administración de Productos Terapéuticos) de Australia, Health Canada, COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) en México, y DIGEMID (Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas) en Perú.