Más allá de que son antiésteticas, las várices también pueden ser dolorosas. Por eso es importante que tomes cartas en el asunto para que el problema no empeore.

Aquí te enseñamos cómo eliminar las várices.

Alza las piernas. Acuéstate sobre la cama y extiende tus piernas sobre sillones o almohadones altos para activar la circulación, pues las várices son venas debilitadas. Haz este ejercicio todas las veces que puedas.

Duerme con las piernas en alto. Coloca bloques o guías telefónicas debajo del colchón en la parte de los pies para dormir con las piernas elevadas. Si tienes problemas del corazón o trastornos de respiración a la hora de dormir, consulta antes a tu médico.

Usa medias elásticas más ajustadas. Ajusta la compresión de tus pantys para impedir que la sangre circule hacia las venitas más pequeñas. Esto aliviará considerablemente el dolor.

Sumege las piernas. Aplica un paño de agua bien caliente y sin presión durante dos minutos sobre las várices. Luego haz lo mismo pero con agua bien fría. Cuando termines, vuelve a aplicar agua caliente y así intercala sucesivamente hasta llegar a los 10 minutos.

Masajes. Hazte masajes con suaves golpecitos en las zonas afectadas, desde el tobillo hasta el tronco, recostada y con las piernas en alto sobre algún cojín. Procura que sean masajes suaves, pues si te excedes en la fuerza y presión dañarás aun más las venas.