Los siguientes consejos también aplican para todo tipo de relaciones. Lo más importe es el esfuerzo por estar mejor con los otras personas, mientras queramos mejorar nuestras relaciones significa que nos importa.

Establece límites

Los límites se tratan de ti. No están hechos para castigar, si no para mantener la paz. Quizá hablar de política con tu pareja va a terminar en pelea, así que puedes poner el límite de no hablar sobre eso con él, nunca más. Es importante que decidas qué vas a hacer si el límite se traspasa: salir a caminar, cambiar el tema o recordarle sobre el límite mismo.

¿Expectativas?

Las expectativas son resentimientos que nos esperan al otro lado de la puerta. Cuando tú esperas que alguien haga algo, o te haga sentir de cierta manera, y no sucede, te sentirás decepcionada y eventualmente resentida. Una de las más grandes expectativas es la felicidad, especialmente con las parejas románticas; esperamos que el otro nos haga feliz. Por eso cuando la emoción de los primero meses desaparece y nos empezamos a sentir mal de nuevo, nos resentimos porque creemos que es su culpa.

No lo tomes personal

Lamento decirlo, pero no todo lo que pasa tiene que ver contigo. No todo lo que digan los demás se trata de ti, en realidad, se trata de ellos. Del día que tuvieron, de su forma de ser, de su humor, de sus traumas, etc. Todos tienen asuntos con los que están lidiando y muchas veces tú te encuentras en medio de sus problemas sin querer. Lo mejor que puedes hacer es seguir con lo que estabas haciendo. Se les pasará y probablemente se disculpen, o no, pero no permitas que eso arruine tu día.

Muérdete la lengua

Puede ser muy difícil, pero trata de no reaccionar inmediatamente cuando alguien haga algo que te molesta o te hace sentir incómodo. Por lo menos toma tiempo para dar un buen respiro y planear lo que vas a responder. Recuerda en la herramienta CAINA ¿Lo que estoy a punto de decir es Considerado, de Ayuda, Inteligente, Necesario y Amable? Si no lo es, entonces toma otro gran respiro y pide un tiempo para continuar después con la conversación.

No apuntes a otros

Nunca cuesta trabajo encontrar las fallas en los demás. Podríamos hacer una lista con las cosas que nos molestan de nuestra pareja. Por lo general aquella característica que nos molesta de la otra persona, es algo que tratamos de negar sobre nosotras mismas. Es momento de ponerse a pensar sobre eso, autoanalizarte es indispensable para poder convivir con otros.

Adiós al “tú”, hola al “yo”

¿Has notado que en una pelea con otra persona la palabra que más se repite es “tú”? Tú me hiciste esto, tú me hiciste enojar, tú eres un idiota…y los sigue y sigue. Cuando usamos la palabra de esta manera, estamos haciendo acusaciones, culpando al otro y otorgamos nuestro poder al responsabilizar a otro por nuestros sentimientos.

Fuente: Actitudfem.com