Al desconocerlo, podemos estar actuando en nuestra contra, atrayendo más de lo mismo, justamente aquello de lo que queremos alejarnos. Por ello, es importante aprender a activar nuestra glándula pineal.

Es clave aprender a sintonizarnos con un nivel de frecuencia vibratorio más alto para resonar desde allí, a fin de atraer eventos, situaciones, personas y circunstancias que estén dentro de estos campos vibracionales. Y esto no es esoterismo, no es filosofía “new age”, sino entender la unión de la ciencia con el espíritu a través de la glándula pineal, que se encuentra en el cerebro.

Al entender que somos seres-energía pasando por una experiencia de densificación en el plano físico y terrenal, nos damos cuenta que podemos acceder entonces a la “memoria de origen” que es mucho más amplia y perfecta que nuestra “memoria humanidad” en el plano físico, llena ésta de carencias, limitaciones, enfermedad, etc.

El poder de atracción eleva tu crecimiento interno (espiritual, físico, emocional y energético) porque aplica a nivel mental y energético y lo puedes evocar a través de diferentes herramientas como reiki, flores de Bach, bioenergética, terapia de arte, constelaciones familiares, inteligencia emocional, niño interior, conciencia ecológica, yoga, meditación, tai-chi, feng-shui, PNL, coaching, terapia breve, musicoterapia, constelaciones familiares, gestalt, bioenergética, terapia de arte, logoterapia, visualización.

Fuente: Salud 180