Se dice que una persona mentirosa o mitómana es patológica cuando sus mentiras son persistentes, generalizadas, desproporcionadas y muchas veces, no conscientes, de acuerdo con el psicólogo Robert Feldman, profesor en la Universidad de Massachusetts.

Si bien aún falta mucha investigación al respecto, diversas investigaciones coinciden en que existen algunas señales que permiten reconocer a una persona que es mitómana compulsiva o patológica, dependiendo el grado de continuidad con esta conducta:

1. Cambian sus historias todo el tiempo, incluso en ocasiones, no mantienen algo que habían sostenido previamente.

2. Exageran demasiado los relatos acerca de cualquier cosa, desde la más simple hasta la más importante.

3. Siempre tienen una historia semejante, incluso mejor, que la que alguien les cuenta a ellos.

4. Viven una especie de realidad paralela, le dan otro significado a los conceptos de mentira y verdad.

5. Se defienden enérgicamente ante cualquier cuestionamiento de sus dichos.

6. Suelen tener baja autoestima aunque nunca lo demuestran.

7. Suelen olvidar lo que contaron.

8. Suelen ser personas muy inseguras aunque nadie pueda notarlo.

La mentira patológica es un tipo de comportamiento que indica una aparente falta de control, un cierto trastorno psicológico, por lo cual es importante que se pueda reconocer y diagnosticar esta conducta lo más pronto posible para recibir la atención necesaria.

Fuente: Salud180.com