Mucho de lo que nos estresa es nuestra plática interna, es decir, lo que la mente va haciendo respecto a ciertas experiencias, eventos y/o personas.

Desde el punto de vista del desempeño y lograr tus metas, una plática interna positiva puede incrementar las probabilidades de llegar a tus objetivos.

Sin embargo, se sabe que la mayoría de los diálogos internos (fantasías que tenemos de otras cosas), es en general negativo, lo que provoca estrés en todo nuestro cuerpo; la mente lo percibe como amenaza, por lo que nuestra respiración se acelera y nos dañamos poco a poco:

Una de las alternativas para interrumpir este diálogo es identificar qué es lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando la mente está pensando cosas irreales. Nota los efectos en tu cuerpo: tensión muscular, problemas de respiración, alteraciones en tu presión arterial, etc.

La clave es reconocer cuando nuestra mente “vuela”, respirar y canalizar esas emociones: estrés, ansiedad y temor, por cosas positivas. En un inicio es complicado, porque estamos acostumbrados a un panorama negativo, pero recuerda que tú contralas a tu mente y no ella a ti.

Fuente: Salud 180

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