Aprovechar la situación de desempleo para formarse y actualizarse profesionalmente, para buscar otras salidas laborales o para ayudar a otros en peor situación, son algunas de las opciones mayoritarias de las personas afectadas por el desempleo.

“La gente dispone de más tiempo y hay personas que saben organizar bien ese tiempo y se adaptan a las nuevas circunstancias con facilidad, y otras, que son la mayoría, tardan meses en planificar su vida”, explica el psicólogo Julio César Díaz.

Aprender o mejorar idiomas, realizar cursos de especialización y doctorados o dedicar el tiempo libre a ejercer el voluntariado son algunos de los propósitos que se han planteado afectados por regulaciones de empleo, con reducciones de jornada.

“Los miedos futuros a una continuidad en el empleo hacen que sean frágiles, vulnerables y dependientes, y la solución pasa por establecer pautas o rutinas de vida, hacer deporte, salir con una cierta organización y buscar apoyos en redes sociales”, expone el especialista.