Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es, tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido, una inquebrantable capacidad para mejorar. Para ser una persona resiliente, se deben desarrollar una serie de habilidades:

1. Capacidad de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro.

2. Control de las emociones, sobre todo ante la adversidad y permanecer centrados en situaciones de crisis.

3. Saber controlar sus impulsos y conductas en situaciones de alta presión.

4. Optimismo realista. Pensar que las cosas pueden ir bien, tener una visión

positiva del futuro y creer que se puede controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías.

5. Considerase competentes y confiar en las propias capacidades.

6. Empatía. Tener una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas.

7. Saber cómo encontrar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas.

Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como las personas enfrentan el estrés y la adversidad, por lo cual es necesario aprender a desarrollar este tipo de habilidades; en lo posible, acércate a un coach personal o a un grupo de liderazgo para que tengas una correcta dirección y éxito.

Fuente: Salud 180

TAGS RELACIONADOS