El sudor no es más que pérdida de líquido; por lo tanto, cuando sudamos solo perdemos agua, y no grasas. Por eso, es claro que sudar no es adelgazar, pero si pensamos que es una respuesta a nuestro eficiente mecanismo de termorregulación, podríamos comenzar a dudar. ¿Realmente sudar no adelgaza?

Para entender un poco más el vínculo que pudiera existir entre sudar y adelgazar, debemos conocer cómo se origina el sudor. El cuerpo humano siempre intenta mantener una temperatura estable y ante un calor excesivo requiere de mecanismos como la evaporación para perder calor.

Uno de esos mecanismos de evaporación que el organismo pone en marcha para reducir la temperatura corporal y alcanzar una estabilidad es la sudoración. Y para poder liberar sudor, el cuerpo se pone en marcha y realiza un esfuerzo interno; por lo tanto, aunque sean pocas, se queman algunas calorías.

Entonces, sudar es bueno cuando intentamos perder peso, pues implica que estamos demandando acción a nuestro organismo para conservar una temperatura corporal estable. Sin embargo, no por más que sudemos, más peso perderemos. Ello porque el sudor no es más que agua y algunos electrolitos.

Es decir, sudar no es adelgazar, pero cuando intentamos perder peso sudar puede contribuir a que nuestro cuerpo se esfuerce y queme algunas calorías más con el fin de regular la temperatura.