De acuerdo con una investigación del Instituto de Salud de Maryland, Estados Unidos, “a medida que una persona pierde peso su metabolismo se ralentiza y, finalmente, se estanca”.

“Si usted quiere perder cinco kilos reduciendo 100 calorías al día, puede bajar la mitad en un año y el resto en tres. Después de ese tiempo se estancará y empeorará”, detalló Kevin Hall, director de la investigación, en la reunión anual de la Asociación Americana de Avances Científicos.

“Una dieta no sólo es dejar de comer sino comer bien, no dejar huecos para que no haya un efecto rebote. Lamentablemente en el mercado nos encontramos ofertas que no son realistas, que nos ofrecen adelgazar en uno o dos meses. Hay que asumir que es un proceso a largo plazo”, manifestó Hall.

El estudio subraya además la gravedad de enfatizar en dietas rápidas y milagrosas y en la necesidad de revaluar las políticas públicas sobre el tratamiento de la obesidad.

“No hay una dieta mágica o milagrosa. Cuando se deja de comer el cuerpo pone en marcha mecanismos para mantener el peso. Comer es uno de los instintos primarios del ser humano. El cuerpo se defiende, no quiere perder peso”, explicó Alber Lecube, coordinador del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Cuando se utilizan fármacos contra la obesidad, vas contra ese mecanismo de defensa y terminas atrofiando otras partes de tu cuerpo.

Fuente: BBC Mundo