Algunos factores como el estrés y la ansiedad causan esta sensación de hambre continua y eso sólo permite que comamos algún dulce o comida rápida y no pensemos en el daño que nos ocasionamos.

Como explicamos en un post anterior, a pesar que tratamos de tener una alimentación saludable caemos en la tentación.

Te dejamos con algunos consejos adicionales para saciar el hambre y evitar que toques esa comida que pronto hará que te arrepientas:

- Lo importante de una dieta es que la comida no debe caer en la monotonía. Debe ser motivadora, comer cada día algo diferente y que se encuentre dentro de los límites permitidos.

- Consume más proteínas (pollo, carne, pescado, etc.) al vapor, eso permitirá disminuir el apetito, además de tener un efecto saciador.

- Es preferible comer poco y con frecuencia para no caer en el arrebato de alimentarse con comidas alta en grasas.

- La fibra es muy beneficiosa; tiene componentes que permiten saciar tu hambre. Lo puedes encontrar en el salvado de avena o de trigo, manzana, coliflor, lechuga, apio, etc.

- Realiza otras actividades; si no te mantienes ocupada, tu mente sólo pensará en comida.

- Si bebes agua al menos dos litros al día, reducirás el apetito que tenías.

Además, algunas frutas como: naranjas, fresas y el melón logran el mismo efecto.

Es necesario no saltarse ninguna comida, esto permitirá que estés satisfecha y no busques alimentos que no sean apropiados.