La rutina en el gimnasio suele ser difícil para las personas que recién empiezan a ejercitarse. Algunos factores como padecer de aburrimiento, desgano o sufrir alguna lesión pueden influir decisivamente a abandonar su práctica. Por ello, aquí te damos algunos consejos.

Debes sacarte la idea de realizar ejercicios intensos con el fin de perder kilos rápidamente; todo debe darse paso a paso. Para conseguir el cuerpo deseado debes trabajar arduamente, nada es de la noche a la mañana.

Define tus objetivos: Es mejor establecerlos a corto plazo y con metas realistas que beneficien tu apariencia sin tener que afrontar alguna decepción.

Sé positivo: Cada día que vayas hacia el lugar de entrenamiento debes modificar tus ideas. Utiliza en ellas las ventajas que te brindan el ir al gimnasio, como por ejemplo mejorar las horas de sueño, sentirte más activa, mejorar tu aspecto, etc.

Escucha al entrenador: Presta atención de todas sus indicaciones y pregunta por qué debes hacer ejercicios de esa manera. No trabajes por trabajar, aprende a reconocer los músculos y ejercítalos.

Realiza siempre un precalentamiento: Moviliza tus articulaciones, si el gimnasio queda cerca a tu casa puedes trotar hacia el lugar o cuando llegues realiza al menos 15 minutos de estiramiento muscular sin forzar demasiado.

Rehidrátate adecuadamente: Tener sed es una alarma que genera nuestro organismo cuando pasaste mucho tiempo sin tomar agua. Es importante beber líquido cada 15 minutos.