Los niños suelen tener una menor aceptación a las verduras, menestras y los cereales o, en ocasiones, simplemente se resisten a probar nuevamente alimentos que antes sí consumían con normalidad, lo que se puede convertir en un dolor de cabeza para los padres que buscan tener un mayor cuidado en la dieta de sus menores, lo que se verá reflejado en su aprendizaje escolar y en su crecimiento.
“Las verduras por el contenido de vitaminas, minerales y fibra pueden ser reemplazadas en cierta forma con las frutas, siempre y cuando se cuide el índice glucémico de cada una para no excederse con altas cantidades de carbohidratos, todo ello dependiendo del estado de salud del niño y la niña. Si es un menor que realiza actividad física y no tiene problemas de salud como obesidad o diabetes, puede consumir frutas durante el día. Cabe señalar que, solo bajo supervisión médica, se puede brindar suplementos nutricionales que tienen por finalidad compensar la deficiencia de nutrientes y vitaminas que no se obtienen en una alimentación diaria”, señala Lic. Yovanna Félix Maldonado, docente de la carrera de Nutrición del Instituto Carrión.
Dieta variada
Asimismo, es importante saber que la dieta diaria debe ser variada y proporcional a su edad, sin dejar de lado la presentación del plato, debido a que mientras más llamativo sea en colores y variedad, mayor será la aceptación por parte de los más pequeños de la casa. Para ello, la especialista recomienda cinco creativas recetas camuflando alimentos saludables en preparaciones atractivas y deliciosas para los niños:
1.-Ají de gallina o de pollo:
Se recomienda reemplazar el pan usado para la preparación de la crema por la quinua cocida y licuada, obteniendo una textura cremosa con un sabor muy agradable y más nutritivo. La quinua es muy versátil y nutritiva por el aporte de aminoácidos que contiene, además tiene un sabor suave que se presta para muchas recetas. También se puede usar como guarnición en lugar del clásico arroz.
2.-Brownie de chocolate:
Se puede adicionar sangrecita de pollo cocida a la masa, ya que gracias a la cocoa que tiene la receta, hará que sea casi imperceptible su sabor. La sangrecita es muy nutritiva y tiene un gran aporte de hierro importante para subir los niveles de hemoglobina, incluso cuadriplica los niveles de hierro que contienen las lentejas.
3.-Sándwich de hamburguesa con lentejas cocidas:
En lugar de usar la carne de res en la preparación, se pueden usar las lentejas cocidas y prensadas acompañada de nuevos complementos, como la lechuga y los pimientos en tiritas crudas, que le brindarán al niño y niña un sabor crocante. Se recomienda elaborar las hamburguesas en el horno y no fritas para evitar el incremento de grasas saturadas.
4.-Panqueques de avena y verduras:
Las verduras se pueden incluir en lugar del azúcar, logrando preparaciones dulces y exquisitas. Usar avena en lugar de harina es lo recomendable por su contenido de fibra, proteína, vitaminas del complejo B y grasas buenas.
5.-Cupcakes de zanahoria:
Se puede reemplazar el uso de las chispas de chocolate por la zanahoria, incluso en esta preparación se puede omitir el uso de azúcar debido a que la zanahoria es una hortaliza dulce y saludable. Además, aporta sales minerales como sodio, cloro, potasio y vitaminas del complejo B.
“Es importante crear un hábito en la alimentación en el que participen todos los integrantes del hogar y los menores observen la variedad de alimentos que se consumen, así como sientan la satisfacción al probarlos. Involucrarlos en la preparación de los alimentos, que participen y puedan degustar los sabores de los vegetales, tanto crudos como cocidos y aprendan sobre lo beneficioso que es para la salud. Es recomendable que, al momento de realizar las compras, los niños y las niñas también elijan los alimentos con ayuda de sus padres, para que conozcan toda la variedad que existe”, agregó la licenciada.
La licenciada Yovanna Félix menciona que la mejor vitamina para los niños es las vitaminas del complejo B y aconseja que el hierro y el zinc son recomendables para ayudar a estimular el apetito, permitiendo el desarrollo, el crecimiento y el refuerzo del sistema inmunológico.