El es uno de los platos más clásicos de la , que reúne a toda la familia en torno a la mesa y que gusta todo el mundo.

Existen una infinidad de , aunque todas son igual de sabrosas, te presentamos unos trucos excelentes. ¡Toma nota!

1. Elige el pollo adecuado

Lo más recomendable es comprar un pollo limpio y asarlo entero, sin cortarlo. Escoge uno de tamaño mediano, si utilizas uno muy pequeño quedará seco.

2. Salpimenta también el interior

Además de condimentar el pollo por fuera, es importante salpimentar el interior el mismo. De esta forma, el sabor del aderezo irá directamente a la carne.

3. Mantequilla bajo la piel

Un tip muy particular consiste en colocar un poco de mantequilla entre la piel del pollo, para que, cuando se meta al horno, se derrita y se impregne en toda la carne. Con esto se puede evitar que algunos trozos que son propensos a quedarse secos y estén más jugosos.

4. Frota la carne con agua y aceite

Antes de meterlo al horno, frota el pollo con un poco de agua o aceite de oliva. Esto hará que mantenga algo de humedad y que no se seque demasiado.

5. Utiliza medio limón

¡Anótalo! Introduce medio limón en el interior del pollo para que lo hidrate y coja un mejor sabor. Si tienes hierbas aromáticas, también puedes cortar una ramita de romero o tomillo e meterlo junto con el cítrico.