Internet ha hecho posible que el mundo se una, y que la comunicación entre personas distanciadas por cientos de kilómetros pueda ser “cara a cara”, proliferando las relaciones a larga distancia en las que las cámaras web absorben la lejanía. Pero, como muestra este video de YouTube, hay que tener mucho cuidado, porque en el ciberespacio, muchas veces nada es lo que parece.
Antes de la existencia de las plataformas de videoconferencias, las fotografías eran lo único que te hacían “creer” como era la otra persona al otro lado de la pantalla, y si esa persona te enviaba la imagen de una modelo, uno se lo tenía que creer y ya, te enamorabas de alguien que en realidad no estaba ahí. Así nacieron programas como Catfish – MTV – que desenmascaran a estos embaucadores cibernéticos del amor.
Fue hasta que las videoconferencias aterrizaron a los usuarios comunes y corrientes de Internet, cuando ya se podía tener una mayor confianza en que la persona que estaba robándote el corazón a cientos de kilómetros, estaba ahí enfrente tuyo, hablándote ante tus ojos. Pero como vemos en YouTube, hasta por ahí nos pueden engañar.
Este curioso video de YouTube nos presenta a una tierna muchacha japonesa que trata de seducir a la cámara con múltiples muecas. Sus rasgos finos y sedosa cabellera llegan a capturar la atención del público, hasta que la toma se abre y la realidad golpea una vez más. “No todo es lo que parece en Internet”.
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