Una placa dedicada a los soldados indios que participaron en la Primera Guerra Mundial fue el insólito punto de partida del último enfrentamiento a pedradas entre la comunidad hindú y la musulmana en la India, un choque que ha dejado una veintena de heridos en la ciudad de Bhopal (centro).

El pasado lunes una placa conmemorativa de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) apareció en un almacén del hospital Hamidia, en Bhopal, durante los trabajos de rehabilitación del edificio.

“Es una piedra en la que está escrito que 900 indios fueron a luchar en esta guerra y que 34 de ellos murieron”, explicó hoy a Efe una fuente de la Policía de Bhopal, que pidió el anonimato.

Sin embargo, la pieza arqueológica fue confundida con restos de una mezquita por parte de miembros de la comunidad musulmana local, que acudieron a rezar al hospital Hamidia.

“Algunas personas analfabetas, que con probabilidad no saben leer, pensaron que había una mezquita allí”, contó sorprendido el policía.

Y eso hizo que se empezara a generar un flujo de devotos que las autoridades indias cortaron, prohibiendo a los musulmanes rezar en el centro médico, mientras en el mismo edificio un grupo de hindúes oraba ante un improvisado altar.

El presunto trato de favor hacia la comunidad hindú provocó que anoche comenzasen los enfrentamientos violentos entre hindúes y musulmanes, unos choques en los que llegaron a participar un millar de personas y que se saldaron con una veintena de heridos, según informó la Policía.

Además, varios vehículos fueron quemados y apedreados durante los disturbios, sofocados por las fuerzas de seguridad pasada la medianoche.

La fuente policial indicó que aún no hay detenidos, aunque las autoridades “tomarán acciones” contra los implicados, y detalló que desde hoy se ha prohibido el acceso al edificio para evitar más enfrentamientos con tintes religiosos.

El de Bhopal ha sido el último enfrentamiento entre hindúes y musulmanes, que representan apenas un 14,6 % de la población en un país cuya religión mayoritaria es la hindú y donde los choques entre ambos grupos religiosos se han convertido en frecuentes.

En la India son habituales los incidentes entre comunidades religiosas distintas, especialmente hindúes y musulmanes, desde la partición del subcontinente indio y la consiguiente creación de Pakistán y la India, en 1947, un proceso que causó la muerte de entre medio millón y un millón de personas y forzó a 11 millones a emigrar.

En 1992, una ola de violencia iniciada tras el derribo de una mezquita en el populoso estado de Uttar Pradesh (norte), uno de los que cuenta con mayor población musulmana en el país, dejó alrededor de 2.000 víctimas mortales, convirtiéndose en uno de los peores enfrentamientos entre hindúes y musulmanes desde la partición.

En 2002, otra ola de violencia que estalló en el estado de Gujarat (oeste) contra la comunidad musulmana dejó un millar de muertos en el país asiático.

En las últimas semanas varios musulmanes han sido linchados en diferentes puntos del país bajo el pretexto de que sacrifican, transportan reses o por su supuesta relación con la venta de carne de vaca, un animal considerado sagrado por el hinduísmo.

En la India los musulmanes son quienes regentan la mayor parte de los negocios relacionados con la carne de res debido al carácter sagrado de este animal para los hindúes.

Según la ONG Human Rights Watch (HRW), desde mayo de 2015 la supuesta defensa de las vacas por parte de radicales hindúes se ha saldado con la muerte de diez musulmanes, entre ellos un niño de 12 años, en siete incidentes distintos. (Fuente: EFE)

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