Alejandro Cao de Benós es la voz de la Occidente. En un escenario en el que el ruido de las detonaciones y la retórica hostil parecen imponerse al diálogo racional, hemos querido recurrir a su punto de vista en un intento de profundizar en la lógica de un régimen que desde Occidente se percibe como una amenaza a la seguridad mundial.

¿Qué busca realmente Pionyang con sus exhibiciones de fuerza? ¿Es esta puesta en escena pre-bélica una estrategia políticamente rentable para los gobiernos implicados? ¿Como recibe el gobierno de Kim Jong-un las sanciones de la comunidad internacional? ¿Hay motivos para temer un conflicto armado? Desgranamos estas y otras cuestiones con el “delegado especial” de Corea del Norte, que nos atiende amablemente por teléfono.

RT: Al igual que en nuestra anterior entrevista, comenzamos hablando de sanciones recientes: ¿Qué consecuencias pueden tener estas sanciones a medio o largo plazo en la economía norcoreana?

A.C.: Las consecuencias son mínimas. Corea del Norte ha desarrollado su industria nacional desde su creación (1948) para no depender del extranjero. Es verdad que, lógicamente, estas sanciones complican mucho las importaciones y las exportaciones pero, al final, aunque cueste más tiempo y más dinero, siempre hay formas para evadirlas y siempre hay gobiernos, personas y empresas a las que no les importan estas sanciones porque, como suele decirse, ‘business is business’. Hay muchísima gente interesada en hacer negocios con Corea del Norte: yo mismo recibo a diario cientos de peticiones. Vivimos en un mundo capitalista y globalizado en el que, si una empresa no se desarrolla, muere. Por eso quieren seguir comerciando y ganando dinero, esa es la norma del capital: al final, lo que interesa es hacer negocio. Es la ironía de recibir sanciones por parte de países con ideología capitalista: que, en el fondo, su única ideología es el dinero, y el dinero está por encima de todas las ideologías y también de las sanciones.

RT: Lo que yo le estaba preguntando realmente era esto: pongámonos en la hipótesis ingenua de que Corea del Norte rehusara, en un acto de buena fe, a su armamento nuclear. ¿Cree que sería inmediatamente invadida?

A.C.: Seguro. ¡Por supuesto! ¡Nosotros tenemos armamento nuclear precisamente para no ser invadidos! La prueba más reciente es el caso de Muammar Al Gaddafi. Es la imagen clara de como un país acepta desarmarse para convertirse en miembro de la comunidad internacional, para que le abran líneas de créditos, para poder realizar operaciones bancarias o compras inmobiliarias internacionales…y tras esa apertura de Libia hacia el mundo exterior y ese recibimiento por parte de líderes supuestamente democráticos como Sarkozy, Berlusconi o el propio rey emérito de España, se procede a una invasión, a una aniquilación de esa nación, a la ejecución de Gaddafi, y a la inmersión de la zona en una crisis y una miseria absoluta, como en el caso de Irak: eso es lo que trae su supuesta democracia. Sabemos que abandonar nuestras armas nucleares supondría facilitar la invasión norteamericana. Y lo sabemos porque tenemos nuestra propia inteligencia. Hay muchos norcoreanos que están trabajando en el ejército de los Estados Unidos y nos facilitan información. Conocemos sus planes y sabemos que lo tienen todo preparado para la invasión.

RT: ¿Se refiere a que tienen ustedes infiltrados en el Ejército de Estados Unidos?

A.C.: Claro, por supuesto. Y de ahí obtenemos mucha información desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, supimos que Clinton había dado la orden prácticamente para la invasión de nuestro país. Fue por eso que nos retiramos del tratado de no proliferación nuclear y aceleramos precisamente nuestro programa armamentístico, porque sabíamos que eso le obligaría a echarse atrás. Y así pasó Clinton de querer invadir Corea a firmar el Tratado de Ginebra de 1994, mediante el cual nosotros hacíamos una moratoria en nuestro programa nuclear a cambio de restablecer relaciones, vínculos comerciales, etcétera. (Fuente: )

no puedes dejar de ver

Más de 180 millones de personas no tienen agua por los conflictos

TAGS RELACIONADOS