A diferencia de Estados Unidos () que soporta un , en Australia se observa todo lo contrario: el calor es tan intenso que algunas carreteras al sudeste del país se están derritiendo.

Según informa el Buró de Meteorología, Sídney ha experimentado el clima más caliente de Australia en 79 años con temperaturas que alcanzaron los 47,3 grados.

El calor abrasador que soporta generó que un tramo de diez kilómetros de la autopista Hume cerca de Melbourne, se volviera suave y pegajoso, convirtiéndose en todo un problema para los conductores.

En ese sentido, los servicios de emergencias del país han recomendado que las personas permanezcan en sus casas mientras pasa la ola de calor, también han decretado la prohibición total de hacer fuego, luego que se registraran varios incendios.

Se estima que las temperaturas superen los 40 °C en el sudeste del país. El servicio meteorológico australiano pronosticó máximos de 45 °C en Penrith, de 44 °C en Richmond y de 43 °C en Liverpool.