¿Quieres conocer al hombre de tu vida? ¿Aquel con el que soñaste desde que tienes memora? Pues te damos algunos consejos para que sepas como encontrarlo y que debes hacer tú para que él caiga rendido a tus pies.

Nunca subestimes la importancia de ‘ser interesante’: Los hombres quieren algo interesante. Es vital que te intereses en ti, en adquirir conocimiento, en verte radiante; muy pronto empezarás a recordar que bien se siente. Te impresionará cuánto atraes cuando te sientes bien contigo misma y lo reflejas al mundo.

Hay una delgada línea entre hacer bromas a un hombre y molestarlo: Este hábito no tiene nada de divertido, por lo menos para ellos, y menos cuando no sabes de límites y terminas por ofenderlo con tu ‘broma inocente’.

Tus necesidades son tan importantes como las de él: Jugar el papel de la diva o el de plebeya, es un error en ambos casos. No es necesario que, por el hecho de ser la mujer, pienses que todo debe centrarse en ti y en tus necesidades. Tener en cuenta lo que él piensa y sus sentimientos te dará puntos extra.

Saber cocinar es un punto extra: Y es que el viejo refrán de la abuela de que ‘a los hombres se les conquista por la barriga’ algo de cierto tiene que tener, los hombres aman que les cocinen, atiendan y reatiendan.

Los hombres son coquetos por naturaleza: Así como nosotras, los hombres aman sentir que pueden levantarse a la mujer más linda del lugar. No seas ilusa y no confundas cuando un hombre está coqueteando solo por hacerle bien a su ego, con amor.

Las cosas cambian una vez te desnudas: El peor y más grave error de todos es creer que acostarte con él te dará poder. No irte a la cama a la primera, es lo que te da el mando de la situación. Tener el poder de decidir sobre cuándo y cómo sucederá, hará que te desee desesperadamente.

Vemos lo que queremos e ignoramos lo demás: Cuando decimos lo demás nos referimos a las malas cosas. Que se coma las uñas, que sea mal educado, que no sea cordial, entre otras cosas. Son cosas que no debes ignorar. Por más que un chico te atraiga, hay que mantener la perspectiva.

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