Debes conocer tu cuerpo y saber cómo reacciona ante los estímulos y conocer qué sientes en cada una de las etapas del placer.

La primera fase es la excitación. El primer contacto con el cuerpo de tu chico, los primeros roces, las miradas y los besos. El acercamiento sexual se localiza en esta fase. Y es cuando tu cuerpo comienza a calentarse desde dentro, en parte gracias a las reacciones de imaginación que ocurren en tu cerebro. Piel rosada, sudoración o calor en el cuerpo son alguno de los efectos que se suceden.

La segunda fase es la meseta. Es cuando la mujer está lista para ser penetrada. Y es que debido a la dilatación de la vagina, la mujer está a punto de llegar al clímax. Se producen los jadeos y las respiraciones entrecortadas.

A continuación, vendría el orgasmo. La vagina se contrae y se expande el útero para recibir el orgasmo. Ya sabes lo que se siente. Es lo que más nos gusta del sexo, llegar a esta fase de tensión y de placer extremo.

Fíjate bien en ellas y cuando estés experimentándolas, intenta reconocerlas para gozar todavía más del sexo y podrás tener un orgasmo más intenso.