Hace unos años, la mayoría de las mujeres no tenían ni idea de lo que era un beso negro. De hecho, hoy en día, aún es alto el porcentaje que desconoce esta práctica, cada vez más común.

El beso negro, también conocido como ‘anilingus’, continúa siendo una práctica tabú para parte de la sociedad, como ocurría hace tiempo con el sexo oral. Consiste en introducir la lengua en el ano de la pareja para provocarle placer.

Como en todo lo que a sexo se refiere, el beso negro necesita un tiempo de adaptación y aceptación. Muchas parejas ya han incorporado a sus relaciones sexuales habituales a esta práctica, pasando a formar parte de sus preliminares.

¿Cómo le pedimos a nuestro chico o chica que incursione en esto? Para muchos es algo vergonzoso y que, por mucha confianza que tenga una pareja, no se atreven a expresar.

¿Cómo practicarlo?

Si quieres agregar una dosis extra de erotismo y éxtasis a tus relaciones sexuales, sugiere esta práctica. Es una de las mejores formas de magnificar el orgasmo. Ten en cuenta que el beso negro no se limita a besar la zona anal- Si ya has probado con eso, puedes introducir la juguetear hasta donde la imaginación te lo permita, pero si te vas a iniciar en esta práctica es mejor que vayas poco a poco. También puedes añadir extras, como lubricantes de sabores.

A la hora de llevar a cabo el anilingus hay que asegurarse de que los dos integrantes de la pareja están plenamente seguros de lo que van a hacer, pues es un tema delicado y no agradable para todo el mundo. Si no se quiere, no se hace. Ten en cuenta que se puede llegar al clímax con otro tipo de sensaciones.

Si te atreves a practicarlo, seguramente el resultado sea muy satisfactorio. Ten en cuenta que la zona anal es muy sensible, y por tanto, muy agradecida. ¡Llevará a tu pareja al séptimo cielo! Pero antes de aproximarte al ano puedes tantear la zona poco a poco, sin prisas: masaje en los glúteos, caricias, besos… observa cómo reacciona tu pareja.