Según el libro “Los cuatro idiomas del amor” de Jenny Nacif, las personalidades distintas o parecidas dependen mucho en la dinámica y éxito de la relación de pareja. A continuación te presentamos el esquema de acuerdo a la experta.

Relaciones entre perfiles distintos

La mayoría de las parejas son de personalidades opuestas, se atraen porque buscan en el otro lo que no tienen. Si ambos se empeñan por entenderse y construir una relación sólida, no encontrarán tantos obstáculos.

Dominante con Analítico : Una relación de práctica, lógica y terquedad. Son el líder y el estratega, el independiente y el solitario, el atrevido y el precavido, el rebelde y el conservador, el que nunca se equivoca y el que siempre tiene razón, el egoísta y el considerado, para ellos el dinero es su futuro y su seguridad. En resumen, la fuerza de un impulso con dirección definida.

Dominante con Paciente : Una relación de ambición y modestia. Son el líder y el dócil, el independiente y el dependiente, el agresivo y el pasivo, el ambicioso y el adaptable, para ellos el dinero es manejado con toda libertad.

Dominante con Social : Una relación de idealismo y practicidad. Son el protector y el protegido, el controlador y el espíritu libre, el independiente y el enamorado, el grave y el despreocupado, para ellos el dinero es un patrimonio o puro placer. Tienen grandes alas para muchos proyectos.

Analítico con Paciente : Una relación de sensibilidad y sinceridad. Son el tranquilo y el pacífico, el comprometido y el que lo ignora, el guía y el seguidor, el independiente y el dependiente, el estable y el adaptable, el ahorrador y el derrochador.

Analítico con Social : Una relación de diversión y responsabilidad. Son el sobrio y el entusiasta, uno está en la tierra y el otro en la luna, el imperturbable y el emocional, el reservado y el popular, el distante y el cariñoso, el ahorrativo y el malgastador. En resumen, un gran complemento.

Social con Paciente : Una relación de sencillez y despreocupación. Son el romántico y el cariñoso, el conformista y el resignado, el activo y el pasivo, el platicador y el reservado, el gastador compulsivo y el no ahorrativo. Es decir, la emoción en el amor sereno.