La primera respuesta bien podría ser que es el destino, que anda por ahí y ya llegará a tocar la puerta, en fin, una serie de respuestas que en la mayoría de las ocasiones nos dejan poca y nada responsabilidad a nosotros.

Giorgio Nardone, quien los enuncia claramente en el libro Los errores de las mujeres en el amor. Y de seguro encontramos uno que otro que nosotras cometemos.

El hada: Tiene que ver con la mujer que lo único que quiere es parecer perfecta. En ese sentido destaca cualidades como la inteligencia, lo adorable y maravillosa que es, en ella no existe espacio para el fracaso. ¿Cuál es su limitación? La incapacidad de comenzar o mantener una dinámica conflictiva en la relación.

La búsqueda del príncipe azul: En esta búsqueda bien pueden las mujeres terminar con hombres sin escrúpulos y a veces con desequilibrios Hablamos de una mujer con buen autoestima que termina conformándose con lo menos malo ¿qué ocurre finalmente? “se transforma por lo general en depredadora de príncipes, es decir, en aquella que lo hace todo para seducirlos”.

La seductora: Una mujer extremadamente sensual que encanta a los hombres quienes si se emparejan con ella terminan siendo víctimas de una constante infidelidad.

La amazona: Es esa mujer exitosa que termina por liderar la relación de pareja. A diferencia de lo que ocurrió en el pasado, los hombres se sienten inferiores, y terminan abandonando, ellas en tanto, se refugian en su profesión donde obtienen las mayores satisfacciones.

La camaleónica: Es la sumisa y siempre dispuesta a seguirlo y potenciarlo a él. Su fin es no tener que decidir jamás y vivir así en la calma de la rutina y el camino trazado. ¿El problema? No existe el factor sorpresa que rompe con la rutina.

La ejecutiva: La mujer que sigue este patrón suele decidir todo por todos. Lo habitual es que sus parejas sean hombres desapasionados acostumbrados a estar hiperprotegidos por su familia. Se invierten los papeles de los cuentos de hadas: ella es la que protege y marca el camino.