El amor, o al menos la atracción sexual, pueden surgir en el lugar y momento menos pensados y con una persona insospechada. Cuando ‘Cupido’ dispara sus flechas en el trabajo, las relaciones amorosas pueden ser tan apasionadas como complicadas.

Pasamos mucho tiempo en la oficina, incluso más que con nuestra propia familia o pareja. Por ello es natural, que al relacionarnos tanto con nuestros compañeros de trabajo salte la chispa de la atracción. ¿Es beneficioso o contraproducente?

Para algunos, los “romances de trabajo” son generalmente conflictivos. Otros sostienen que pueden tener su lado bueno al hacer que los enamorados sean más productivos. Hay quienes opinan que son una consecuencia inevitable del contacto humano asiduo y otros que se deben al aburrimiento. En lo que la mayoría de los expertos están de acuerdo es que son muy frecuentes.

“Distintos estudios demuestran que cuestiones como el amor, el romance y la sexualidad se plantean a casi todo el mundo tarde o temprano en el trabajo”, señalan los doctores Sheree Conrad y Michael Milburn, profesores de Psicología de la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, que creen que las parejas implicadas en un romance en el trabajo son, en realidad más productivas.

Beneficios

Según Conrad y Milburn a diferencia de los amores que dejan incómodos e insatisfechos a ambos integrantes de la pareja, un romance de oficina feliz puede aumentar la satisfacción laboral y prolongar la permanencia en el empleo. Aunque para que este tipo de relaciones funcionen y sean beneficiosas, los psicólogos recomiendan guardar la discreción para evitar complicaciones y evitar mantener tratos preferenciales con nuestra pareja.

Problemas

Se sabe que una relación está interfiriendo en el trabajo, cuando no se respetan los límites y espacios, la productividad disminuye notoriamente. El rendimiento laboral debe mantenerse al 100 por ciento.