Cuando el orgasmo se convierte en el objetivo de la relación sexual, sin querer lo estamos bloqueando. La excitación es el resultado de un proceso que necesita concentración, atención en las sensaciones, mente en blanco, una buena estimulación. Algunos de los mitos más habituales son:

“La mujer tiene varios tipos de orgasmos”. Esta afirmación es incorrecta. El placer se da a nivel cerebral, de sueños o físicos no debe confundirse con la vía por la cual se alcanza el orgasmo. Cada persona tiene vías de estimulación por las que le es más fácil llegar al orgasmo, pero eso no hace que sean diferentes tipos.

“Durante la penetración se debe tener orgasmos”. Se calcula que menos del 20% de las mujeres pueden tener esto en la penetración, a menos que estimulen a la vez otras vías eróticas o que la postura sexual permita mucho roce con el clítoris. Por lo tanto, la “rara” no es quien no puede tenerlos durante la penetración.

“Toda mujer es multiorgásmica”. Cada persona tiene una respuesta sexual diferente y no todas las mujeres después de un orgasmo pueden tener otro. Existen diferentes tipos de respuesta sexual, muchas que no tienen orgasmo y disfrutan de la relación sexual, otras que pueden tener varios pero de baja intensidad y algunas que sólo pueden tener uno sólo.

“El orgasmo perfecto es simultáneo con la pareja”. Intentar conseguir un orgasmo simultáneo es muy difícil, ya que cada persona tiene su ciclo de respuesta y el hecho de intentar controlar la sexualidad la bloquea. Por lo tanto, es conveniente pensar que se trata de una experiencia que, si pasa, está muy bien y sino, también.

“La mujer que no tiene orgasmos es frígida”. Una mujer sin orgasmos puede disfrutar mucho de las relaciones sexuales y tener un deseo sexual totalmente normal.

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