Los estudios señalan que la curvatura del pene provoca insatisfacción y dolores en las relaciones sexuales. El estudio publicado en la revista Current Urology Reports en diciembre situaba la incidencia de este trastorno entre el 3% y el 8% de la población masculina aunque otras investigaciones arrojan cifras más elevadas.

Según el sitio ABC.ES, se trata de un trastorno infradiagnosticado, que muchos pacientes se resignan antes que buscar asesoramiento médico, en parte por vergüenza y en parte porque desconocen que se puede tratar.

Este trastorno puede ser congénito, pero en la mayor parte de los casos se adquiere debido a roturas repetidas de los vasos sanguíneos de los cuerpos cavernosos del pene durante la relación sexual, que es lo que se denomina enfermedad De La Peyronie.

La zona donde se produce la cicatriz pierde la elasticidad, por lo que no se estira cuando se rellenan los cuerpos cavernosos durante la erección y por lo tanto el pene se arquea hacia esa dirección. Según la extensión de la banda fibrosa, el proceso puede imposibilitar la penetración o hacer que la erección resulte dolorosa.

Pero más allá de la disfunción, las dificultades a la hora de mantener relaciones sexuales, por curvatura o por falta de rigidez, pueden ocasionar mucha ansiedad y problemas psicológicos de diversa índole y aunque tiene una evolución variable, esta enfermedad tiende a ser progresiva y debe ser considerada como un agravante de problemas en la pareja.