Te presentamos cinco mandamientos del placer a respetar y practicar sin moderación para que tú y tu pareja sientan el máximo placer durante el encuentro íntimo.

Aceptarás tu cuerpo

Todas tenemos nuestros pequeños complejos, pero no por ello vamos a recordarlos permanentemente. Nada menos excitante para un hombre que una mujer que en el momento crucial no deje de hablar de sus “defectos”. Cuanto mejor te sientas con tu cuerpo, más disfrutareis del momento los dos.

Aprenderás a exitarle

De lo que se trata es de aumentar el deseo y eso está al alcance de todas: un escote de vértigo, una mirada pícara y seguro que se derrite a tus pies. Tiene que ser una invitación al placer que le haga perder la cabeza. Tómate tu tiempo y no te olvides que cuando te haces de rogar el deseo aumenta aún más.

Dejarás que mire

A los hombres les gusta mirar y su deseo pasa por los ojos. Así que ¿Por qué privarle de ese placer? No apagues la luz y déjate ver, concédele el placer de observarte.

Conocerás sus zonas erógenas

No olvides poner en práctica ciertos verbos para excitarle: besar y acariciar. Los labios, el cuello y para algunos las orejas pueden transformarse en auténticos detonadores de placer. Tampoco hay que olvidar el interior de los muslos.

Tomarás la iniciativa

Lánzate y dale a entender que te apetece hacer el amor. A veces una mirada y una sonrisa cómplice es suficiente para pasar el mensaje. Pero a veces hay que ser un poco más explícita. Susurrale al oído y mándale indirectas.