Así como hemos culpado a las princesas de Disney por hacernos creer que hay un príncipe a la vuelta de la esquina, también las comedias románticas hollywoodenses son responsables de muchas de las frustraciones en el amor de algunas mujeres.

A veces vemos una película realmente genial y esperamos que nos pasen cosas como en nuestra escena favorita. Idealizamos una historia de ficción y buscamos que nuestra relación sea igual a The Notebook o PS. I love you. Nada más equivocado y lejos de la realidad.

Estas son algunas “lecciones” de amor (equivocadas) que Howllywood muestra a su público.

Si amas a alguien, acósalo hasta que te ame de vuelta.

Todas las mujeres exitosas necesitan a un hombre a su lado… sólo que aún no lo saben.

Eventualmente, después de unos cuantos tropiezos, el Bad Boy dejará de serlo y se transformará en el novio perfecto

¿Y ese chico emocionalmente distante que se pasa la vida evadiendo compromisos? ¡Es que aún no te conoce! O no ha terminado de darse cuenta de lo valiosa que eres… Ten paciencia.

Interrumpir una boda es siempre una buena idea que resulta en felicidad para todos los involucrados.

De igual manera, evitar que alguien se suba en un avión siempre funciona. Son grandes gestos y todos amamos los grandes gestos y nunca te meterás en problemas por hacerlos. De hecho, a la policía le encantan los grandes gestos románticos.

Tu mejor amigo está enamorado de ti… y tú estás enamorada de él sólo que aún no lo sabes. Lo sabrás cuando alguien más vea sus cualidades y entonces harás hasta lo imposible por recuperarlo. O al revés (La cosa es que las relaciones de amistad hombre/mujer en Hollywood no existen.)

¿Metiste la pata? ¡No te preocupes! Un monólogo interminable con frases tomadas de comedias románticas lo solucionará todo.

Únicamente podrás encontrar el amor en Nueva York. O Los Ángeles. O un remoto pueblo perdido del Sur de Estados Unidos o de Francia. Si no estás en alguno de esos puntos morirás sola rodeada de gatos.

Cada vez que te subes a un elevador es una oportunidad para conocer al elegido.

¿Odias a algún compañero de trabajo? ¡Ese es tu futuro marido!

Siempre que estés en apuros va llegar de la nada un príncipe para solucionarte la vida.

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