El escritor Richard Smith, autor estadounidense de dos libros que hablan del adelgazamiento y el sexo, afirma que un beso requiere de un gasto energético aproximado de 60 calorías, el mismo escritor plantea que el aumento de peso en muchos caso se puede atribuir a la falta de actividad sexual.

Richard Smith propone que las endorfinas que se liberan en el organismo durante la relación sexual nos hace liberar estrés, y las ansias que nos impulsa a consumir alimentos de forma compulsiva.

El sexo es una función orgánica y es por ello que practicarlo de manera segura nos trae beneficios como levantarnos el ánimo, ser mas positivos frente a los problemas cotidianos, tener una mejor autoestima, nos aleja de los vicios de la comida y por consecuencia nos ayuda a mantenernos en forma.

El gasto energético que conlleva el acto sexual dependerá de la duración de la relación sexual, las posiciones adoptadas, los movimientos realizados y la intensidad del acto.

Los movimientos pélvicos, la aceleración cardiaca, la dilatación de los vasos sanguíneos en la región de los genitales, gastan una cantidad de energía similar a la que se puede consumir practicando algún tipo de ejercicio físico.

No hay que tener demasiado conocimiento para notar que el sexo no deja de ser un acto físico y el movimiento produce la liberación de energía quemando calorías, pero además de ello el orgasmo en sí tiene un efecto químico sobre el organismo que produce una mayor cantidad de liberación de energía.

Este artículo da cuenta de los beneficios del sexo para la salud, siempre y cuando este sea satisfactorio ya que la insatisfacción puede producir efectos contrarios a los deseados aumentando las crisis de ansiedad, disminuyendo la autoestima atrayendo en muchos casos estados depresivos.

Es por ello que el sexo se debe cultivar dentro de la pareja y es recomendable variar de manera frecuente para que éste siempre resulte ser una experiencia excitante. EFE