La eyaculación femenina es un acto normal, tanto para aquellas que lo hacen como para las que no. Según refieren especialistas, muchos confunden esto con la orina. Cuando una mujer eyacula deja ir una pequeña cantidad de un líquido claro y de una consistencia parecida a un lubricante.

Su consistencia está relacionada con el periodo menstrual, y a través del punto G, juega un papel importante en esta etapa. Se trata de una zona de la pared anterior de la vagina, situada a una distancia que puede ser de un centímetro hasta un tercio o a la mitad de la apertura vaginal. Contiene las glándulas de Skene, considerada la zona equivalente a la próstata.

Cuando la mujer se excita, el tejido eréctil que forma parte del punto G (y que rodea el área del Skene y porciones del canal de la uretra) se llena de sangre y crece. Cuando el punto G está en su máximo nivel e hinchado se puede sentir fácilmente, sirviendo como un vía de estimulación a través de la pared anterior (frontal) del canal vaginal. Es aquí cuando se puede producir la eyaculación femenina.

Muchos ginecólogos han relacionado el punto G (incluyendo la cavidad femenina del Skene y su tejido eréctil) como uno de los principales factores que llevan a la eyaculación de las mujeres.