Esta hormona es la encargada de forjar lazos afectivos entre las personas. Se produce momentos íntimos de una pareja, como en las relaciones sexuales, en los cariños previos o posteriores, y en otros puntos de una relación, lo que hace que se cree confianza y seguridad.

También se libera durante el embarazo, el parto o la lactancia. Es la hormona responsable de la unión íntima entre la madre y sus hijos. En los hombres, es la encargada de provocar que no se alejen de su pareja y sus hijos, sino que se cree un vínculo con ellos.

Sin embargo, estudios encontraron que en los hombres solteros no tiene efecto esta hormona. Mientras que en los hombres que sí estaban involucrados en una relación romántica les provoca mantenerse alejados de personas extrañas que les parezcan atractivas.

“Estudios anteriores demuestran que la oxitocina es clave para las relaciones monógamas en otras especies”, afirma el Dr. René Hurle­mann de la Universidad Bonn en Alemania. “Aquí probamos que la oxitocina puede tener un papel similar en los humanos”.