Las fantasías son, tanto para los varones como para las mujeres, producciones del psiquismo, de la mente humana, que nos permiten jugar y explorar dentro de nuestras almas y entregarnos a placeres y deseos que en la realidad nos resultarían prohibidos y hasta bochornosos.

Las mujeres suelen tener un mundo muy amplio de fantasías sexuales. Han sido educadas con más limitaciones y represiones sexuales que los varones. Su actividad sexual se desarrolla en gran parte en la fantasía y su contenido es más romántico que erótico-sexual

Algunas fantasías sexuales femeninas:

Menage a trois: Relaciones sexuales en las que participan tres personas del mismo o diferente sexo.

Relaciones sexuales con una mujer: Son muy frecuentes y no determinan que quien fantasea tenga una identidad sexual de tipo homosexual.

Escenas de seducción: En la que ella se siente observada y deseada por otros/as.

Voyeurismo: Mirar, observar a otros/as manteniendo relaciones sexuales.

Fantasía de violación sexual: Esta fantasía confirma a la mujer en un rol pasivo tan fomentado por la cultura falo céntrica y no significa de ninguna manera que lo desee en la realidad.

El uso de lencería erótica: el cambio de roles en la pareja, jugar interpretando personajes reales o fantaseados, la estimulación de todos los sentidos a través de sabores, sonidos, olores, imágenes visuales y sensaciones corporales.