Las relaciones sin sexo son una realidad de la que poco se habla. El deseo sexual es una reacción tanto masculina como femenina, pero la forma de expresarlo varía.

Para muchos hombres el deseo es una especie de termómetro que mide la virilidad y marca el autoestima en las relaciones afectivo-sexuales.

Los estímulos exteriores juegan un papel importante, pero forzar esta emoción hace que se pueda confundir atracción con verdadero deseo.

Algunos factores que llevan a la pérdida del deseo sexual son:

El estrés. ¿Se puede tener sexo “sin fallas” estando preocupados, alterados, cansados, distraídos, estresados? Lo que menos quiere una persona estresada es tener intimidad. Con la cabeza llena de preocupaciones, es prácticamente imposible entregarse al placer.

La mala relación de pareja. La cercanía emocional juega un papel importante en el deseo sexual al punto de ser una de las causas más poderosas que matan el libido.

El aburrimiento. Con el tiempo, ese mismo día de la semana, la misma hora, la misma situación y exactamente la misma manera, crean un panorama que no es muy difícil de imaginar, ya que en un momento dado todo se automatiza, no se produce ninguna motivación, te sientes como un robot.

La depresión. Una persona deprimida se siente desganada y abatida lo cual no le permite sentir deseo o algún tipo de interés por su pareja y por el sexo.

El paso del tiempo, la etapa de la menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre provocan un descenso en los niveles hormonales y eso puede llevar a la falta de deseo sexual.

Fuente: Publimetro México

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