Para muchos el compromiso es uno de los pasos más importantes de la vida, pero una decisión tan difícil como esta, puede convertirse en todo un idilio y más para aquellos que rehúyen de ello.

1. El narcisista: Aquellos que se echan flores a sí mismos constantemente, que se creen seres perfectos y que trabajan mucho en la construcción de su imagen, puedes ser los primeros esquivos al compromiso, pues pueden estar tan comprometidos en su trabajo con ellos mismos que dejan de lado lo de alguien más.

2. El eterno adolescente: Un hombre adulto que se comporta como un chiquillo, es decir, que tiene mucha energía y poca disciplina, probablemente nunca madure. Para establecer un compromiso es necesario mantener cierto grado de madurez, así que si estás saliendo con alguien infantil, no esperes a que se digne a formalizar la relación.

3. El que desea demasiadas cosas: Este ser posee una interminable lista de metas, entre viajes, metas laborales y amigos. Puede que tenga toda la intención de formalizar, pero antes pensará en hacer realidad sus propios sueños. En su mente hay una especie de luz al final del túnel, el único problema es que ese túnel puede ser muy largo.

4. El tacaño: Muchos no optarán por el compromiso hasta ver realizados sus sueños económicos. Para ellos el compromiso es sinónimo de compras, vida social, entre otras cosas. Cuando se trata de finanzas, suelen ser cuidadosos y prácticos, lo que no es malo, pero el problema está en que el dinero puede prevalecer sobre el amor.

5. El Don Juan: Para ellos comprometerse con una sola mujer es cosa de locos. Y si intenta hacerlo, el incandescente apetito sexual puede aflorar, causando más de una angustia en la relación.