Es increíble ver hasta dónde podemos llegar por encontrar ese complemento que aparentemente nos hace falta, sin saber que esto es perjudicial para la salud mental, física y monetaria, como realmente lo es.

La continua búsqueda de encontrar esa persona que nos complementa es tan complicada como encontrar una aguja en un pajar. Conocer a la persona ideal es una labor maratónica, tan maratónica como tener que pasar una y otra vez por personas que sólo terminan sumándose a nuestra lista de errores.

El amor disminuye la capacidad de razonar. Cuando uno se enamora pierde la capacidad de decidir por si mismo, se pierde toda la capacidad de autonomía por la que hemos trabajado y madurado en lo que llevamos de vida.

El que se enamora pierde a sus amigos o por lo menos a algunos de ellos. Eso de enamorarse y tener amigos es mutuamente excluyente, su pareja siempre le verá el pero a sus amigos, sea por buenos o como en la mayoría de los casos por malos.

Fuente: El Tiempo.

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