La actriz ha hecho uso de sus últimas apariciones públicas para sensibilizar a la sociedad sobre los estragos del cáncer tiroideo, una grave dolencia que ella misma padeció en sus propias carnes a principios de la pasada década.

La colombiana ha querido sincerarse sobre la dramática experiencia personal que vivió durante su lucha contra la enfermedad y, con motivo de su reciente elección como portavoz de una campaña contra el hipotiroidismo, admitió que el hecho de vivir con las consecuencias de una operación le sumió en un estado de preocupación.

“Me extirparon la tiroides y, desde entonces, he tenido que hacer uso de la medicación a diario y estar muy pendiente de los niveles de muchas sustancias. A pesar de que me libré del cáncer gracias a esa operación, en los meses siguientes me sentí muy asustada y triste por el hecho de tener que vivir con esta condición el resto de mi vida”, dijo Sofía Vergara.

“Me dije a mí misma: ‘Madre mía, ahora voy a tener que ser muy cauta y cuidadosa, voy a estar sometida a este tratamiento para siempre’. Por supuesto, todo este proceso me hizo darme cuenta de que tengo que prestar mucha atención a mi estado de salud y cuidarme”, expresó.

“He estado en alerta durante los últimos 10 años y, aunque sigo preocupada, me lo tomo con normalidad. Sigo a rajatabla las indicaciones del médico y me hago constantes análisis de sangre”, reveló Sofía en el programa de salud presentado por el famoso Doctor Oz.

Sofía descubrió que su tiroides estaba afectada por el cáncer de forma totalmente casual, durante una visita rutinaria de su hijo Manolo a un centro médico. El pediatra pidió a la colombiana que se sometiera también a un chequeo médico para evaluar su salud.

“El tema de la medicación es una tortura, porque tras tomarme las pastillas tengo que esperar 30 minutos para poder comer algo. Pero soy muy estricta a la hora de seguir el prospecto, y siempre me medico a la misma hora, cuando me levanto por las mañanas. Me tomo las órdenes del médico con mucha seriedad”, explicó.