De acuerdo a los resultados, se debe a que el semen, además de espermatozoides, contiene sustancias antidepresivas como la serotonina y la tirotropina y la melatonina, un agente de inducción al sueño.

Como si esto no fuera suficiente, su composición incluye, además, químicos como la oxitocina, el cortisol y la estrona que levantan el estado de ánimo general y mejoran el desempeño cognitivo.

El estudio se llevó a cabo sobre un grupo de 293 mujeres que expuso, en detalle, las características de su vida sexual.

Las conclusiones generales también fueron contundentes: aquellas que tienen relaciones sexuales regulares y frecuentes, y tienen contacto directo con el fluido seminal, son menos depresivas, más saludables, más felices y tienen mejores resultados en evaluaciones del nivel de desarrollo intelectual.

Fuente: BBC Mundo