“Durante diez años o así, corría literalmente en tacones. Trabajaba 18 horas al día y nunca me los quitaba. Llevaba zapatos bonitos, algunos mejores que otros, y nunca me quejaba”, relata en una entrevista en Net a Porter Magazine

Según explica la actriz, todo empezó durante el rodaje de Tentación en Manhattan (2011). Al parecer, se torció un tobillo y fue al médico, que al examinarla le dio una desagradable sorpresa.

“Me dijo ‘Tu pie hace cosas que no debería ser capaz de hacer. Ese hueso de ahí… Has creado ese hueso. No debería estar ahí”, relata ahora la actriz.

Parker ha tenido que dejar de ponerse elevados tacones a diario (ahora los reserva para la alfombra roja y ocasiones especiales) después de que su médico le informase de que sufre daños irreparables en los pies a causa de los tacones.