Es normal que las mujeres tengamos flujo vaginal, pero este debe ser de color claro y blanco. Ten en cuenta que la cantidad de flujo puede aumentar si estas ovulando, amamantando o si estás sexualmente excitada.

A veces, el flujo cambia de color y hasta puede tener un olor fuerte. En esos casos, debes prestar atención y consultar a un médico, ya que puede indicar la presencia de una infección.

Si es blanco y pastoso, como el queso de cuajada, el requesón o el ricota, entonces es posible que se trate de una infección provocada por un hongo, o sea, una vaginitis por hongo, que generalmente se trata del hongo llamado Candida albicans.

Cuando el flujo es amarillo (a veces amarillo-verdoso), en cambio, es probable que se deba a una infección causada por un parásito, algo que se conoce como tricomoniasis, ya que el parásito se llama Trichomonas vaginalis. En este caso, se trata de una enfermedad de transmisión sexual que puede aparecer en los tejidos de la vagina o la uretra.

Aunque esta infección es más común en las mujeres, los hombres también pueden estar infectados, y generalmente, no tienen síntomas. Entre las mujeres, 2/3 partes de ellas tienen síntomas y sólo un tercio de las mujeres con tricomoniasis no tienen síntomas. En general, los signos y síntomas de esta enfermedad en las mujeres incluyen:

Flujo acuoso y burbujeante, amarillento o verdoso.

Olor desagradable.

Dolor y comezón al orinar (más notorios después de los períodos).