En su estudio, aplicado a mujeres sanas con edades comprendidas entre los 19 y 26 años, muestra que quienes se concentraron en contar sus latidos y reconocer su ritmo cardiaco, podían “objetivar y valorar” más su cuerpo, a la par que escuchaban y conocían su imagen real, según Daily Mail.

La anorexia, que es un trastorno de la conducta alimentaria, también es considerada una enfermedad biopsicosocial, como lo explica la Dra. Aracely Aizpuro, directora de la Fundación Ellen West, en entrevista con Salud180.

“Los resultados de la investigación tienen implicaciones importantes para la insatisfacción con la imagen corporal, así como para la comprensión trastornos clínicos que están vinculados a la auto-objetivación, como la anorexia”, explica el Dr. Manos Tsakiris, uno de los autores del estudio.

Publicado en la revista Behaviour Brain Research, en el estudio se pudo determinar que la conexión entre las dos regiones que procesan las imágenes del cuerpo, en el hemisferio izquierdo del cerebro, eran más débil en las mujeres anoréxicas que en las mujeres sanas, por lo que se originaba una alteración en su percepción.