Las mujeres que realizan ejercicios constantes y tienen al running como su favorito pueden estar expuestas a diversos accidentes o lesiones durante las horas de práctica. Si bien el deporte es una parte importante para llevar un estilo de vida saludable y equilibrada, es necesario prestar atención a las alertas que envía nuestro cuerpo. Uno de los problemas que se presentan en ellas es la tríada de atleta femenina . ¿De qué se trata?
También denominada “triada de la deportista” solo afecta a las chicas y es la combinación de las siguientes tres afecciones: alteraciones en la conducta alimentaria, amenorrea y osteoporosis. Una atleta puede tener uno, dos o los tres componentes en algún momento de su vida.
Estos, que están caracterizados por la baja disponibilidad de energía, disfunción menstrual, mala salud ósea, pueden conducir a problemas de fertilidad, osteoporosis temprana y fracturas por estrés; además de otras posibles consecuencias negativas.
La Dra. Marci Anne Goolsby, especialista que forma parte del grupo de doctores del Centro de Medicina Deportiva para La Mujer del Hospital For Special Surgery “HSS” de Nueva York, Estados Unidos, visitó el Perú para realizar una conferencia magistral sobre medicina deportiva para mujeres donde tocó este tema.
“Trabajo con pacientes cuyo objetivo es comenzar o mantener su condición física, ejercicio o deporte. Como médico de atención primaria en medicina deportiva, tengo un enfoque integral para un problema y me encargo de cuidar a mis atletas en su totalidad, administrando su salud médica y musculo-esquelética”, señaló.
La mayoría de personas afectadas por la triada de la atleta intentan perder peso para mejorar su rendimiento deportivo y pueden llegar a padecer trastornos graves de la alimentación, como la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa. A esto se suma que en una mujer que hace un ejercicio físico muy intenso sin ingerir las calorías que necesita, su organismo produce una menor cantidad de las hormonas que ayudan a regular el ciclo menstrual y este se vuelve sumamente irregular y hasta puede llegar a dejar de menstruar.
El tercer componente de la triada es la osteoporosis y se da cuando las concentraciones de estrógenos son más bajas y unidas a una alimentación deficiente, sobre todo en lo relativo a la ingesta de calcio, dan pie al mal.
Goolsby atiende a pacientes con una amplia variedad de trastornos musculo-esqueléticos. Las lesiones por uso excesivo como la artritis y la tendinitis son las más comunes; sin embargo, su área e interés clínico se enfoca, principalmente, en las fracturas por estrés (lesiones por estrés). Justamente uno de estos factores de riesgo es la tríada de atleta femenina.
Asimismo, comentó que viene trabajando en un estudio que analiza la vitamina D en lo que se refiere a la salud musculo-esquelética aguda y crónica, así como el papel de la ecografía de diagnóstico en la evaluación de la recuperación de las lesiones por estrés óseo. Ella trabaja desde hace ocho años en el Hospital For Special Surgery, centro médico académico que ocupa el primer puesto en ortopedia en el ámbito nacional, y tercero en reumatología, avalado por el U.S News & World Report del 2018-2019. Por 27 años consecutivos, el HSS se ubica entre los hospitales ortopédicos de mayor prestigio.