Actualmente, son muy pocas las mujeres con cáncer de seno que presentan un embarazo. Cuando esto sucede, implica un gran reto para la paciente, la familia y el médico. De acuerdo con las estadísticas, se presenta 1 caso de cáncer de mama por cada 3.000 embarazos y existe un riesgo 3 veces mayor de desarrollarlo en las mujeres que se embarazan por primera vez.

Existen casos donde las mujeres son diagnosticadas con cáncer de seno en el periodo de lactancia o en los inicios del embarazo, aquí el especialista debe ser muy delicado ya que la mujer presenta una mayor sensibilidad en las mamas, motivo por el cual es difícil realizar una detección más temprana de la enfermedad.

Para aquellas que padecen el mal, el cáncer de mama en embarazadas es muy similar a la que lleva una paciente que no lo está. La preocupación de la madre siempre radica en los efectos que estos tratamientos pueden ocasionar en el feto, por este motivo, el médico sólo recomienda la quimioterapia durante el segundo y el tercer trimestre de embarazo, su uso en el primer trimestre puede causar malformaciones fetales.

“Los riesgos de malformación fetal en el segundo y tercer trimestre son aproximadamente 1.3%, lo cual no difiere a la de los fetos no expuestos a quimioterapia durante el embarazo. Si se inicia la terapia sistémica, es apropiado el monitoreo fetal antes de cada ciclo de quimioterapia”, sostuvo el Dr. Jorge Zapata García, especialista en Ginecología y Obstetricia de ONCOGYN.