Uno de los problemas que afectan las piernas de las son las , las mismas que se producen cuando las venas se ensanchan, dilatan, se vuelven sinuosas y provocan problemas en la circulación sanguínea que pueden ser perjudiciales para la salud.

Pesadez de piernas, calambres, picazón o incluso fuertes dolores son los síntomas habituales y si tú las padeces o has tenido en algún momento, sabrás que la exposición al sol en verano no es un buen plan para tu fin de semana.

“Las personas que padecen de varices gruesas no deben exponerse al sol en horas de alta temperatura y mayor radiación porque pueden desarrollar síntomas y colapsar convirtiéndose en una emergencia”, aconsejó Iván Gutiérrez, cirujano vascular y flebólogo de la clínica Flebocenter.

Un dato que no debes pasar por alto si es que sufres de várices es que no debes tomar sol entre las 11 y las 3 de la tarde. En el caso de las personas que tienen las várices gruesas, lo mejor es evitar el calor. Por ejemplo, muchas mujeres adultas que van a la playa suelen cubrir sus o estar debajo de una sombrilla.

Los especialistas lo calatogan como un grave error pues esto no es una ayuda para las venas, porque el cuerpo subirá de temperatura por el calor y se dilatarán, lo que puede producir en las noches fuertes dolores en las piernas.

Y es que verano se produce el “fenómeno de vasodilatación” o aumento del tamaño de las venas. Si en estos días de calor te provoca caminar o correr, la propia musculatura impulsará la sangre hacia abajo, creando una acumulación en las piernas. Esta situación puede hacer que las venas comiencen a deformarse de manera progresiva.

Es muy común que las mujeres que sufren de várices recurran al uso de medias de comprensión. Esto ayudará a impulsar la sangre por todo el organismo: desde los capilares, hasta el corazón.

Los especialistas recomiendan hacer ejercicios en verano y estar alertas ante el aumento de síntomas en las piernas como cansancio, ardor o quemazón. En esos casos hay que visitar a nuestro médico y solicitar una ecografía doppler y descartar el riesgo de trombosis (coagulo que puede desprenderse y viajar hasta el pulmón o corazón) que puede poner en riesgo la vida, más aún cuando las várices no han sido tratadas durante años.