El estudio revela que todo es culpa de la testosterona. Ocurre que a 40 alumnos (y alumnas) de la mencionada casa de estudios se les analizó sus habilidades espaciales, de orientación y de ubicación.

El descubrimiento resultó un tanto sorprendente. Todas esas “virtudes” venían de la mano de los niveles de testorena de los individuos estudiados, por tanto eran mejores en los caballeros.

Esto les permitía a los señores, además de estacionarse mejor, leer mapas con mayor facilidad, proyectar formas complejas en el espacio y hacer ejercicios más exitosos usando tecnología de 3D.

Pero hay más. Los altos niveles de la mencionada hormona se ligaban con la simetría de los dedos de las manos. Es decir, quienes la tienen más alta, poseen un dedo anular que sobresale en relación al índice, fenómeno que se da con mayor frecuencia en los hombres. Mientras que las mujeres tienden a tener dedos más bien simétricos y la testosterona baja.

Ahora bien, en el estudio realizado en la Universidad de Giessen, las mujeres que poseían dedos más asimétricos tendían a tener mayores habilidades espaciales que sus pares, es decir ellas si podían estacionar más fácilmente un “auto grande”.