Fue así como durante un mes, la reportera durmió sin quitar los cosméticos de su cara, además de no aplicar ningún producto limpiador en ese tiempo.

Los resultados: Su piel se dañó tanto que llegó a envejecer alrededor de 10 años, según determinó Nick Miedzianowski-Sinclair, experto en medicina capilar que con una cámara 3D pudo observar y registrar con precisión los perjuicios en el rostro de Anna.

Por ejemplo, se evidencia resecamiento, despigmentación, poros dilatados, vasos capilares rotos, manchas y arrugas.

La periodista contó que aplicó delineador, máscara de pestañas, base de maquillaje, entre otras cosas, las que nunca limpió. Simplemente, cada mañana ponía un poco de crema hidratante en su piel y aplicaba otra capa de cosméticos.