Actualmente, los cirujanos están capacitados para colocar la prótesis atrás del músculo, de la glándula, por la axila, el surco o la areola.

Para ello, la técnica más utilizada mundialmente es el implante de prótesis de gel cohesivo de silicona.

Y existen más de 50 tipos de prótesis, por lo que es importante saber qué tipo de mama son las que la paciente desea tener de acuerdo al volumen que ya posee.

Mitos del implante mamario:

-La prótesis no se cambia cada 10 años porque no tiene vencimiento. Las actuales tienen garantía de por vida y aguantan 600 kilos de presión. No son fáciles de romper salvo que estén falladas, por eso es importante revisarlas anualmente o sea, una vez por año por lo menos.

-Se puede dar de mamar. Según estudios internacionales, 7 de cada 10 mujeres pueden amamantar normalmente.

-La sensibilidad de la mama no se ve afectada por el implante, sólo posee un alteración transitoria luego de la cirugía.

A tener en cuenta para tomar la decisión:

-Averiguar de qué se trata y hacer una consulta con un especialista.

-Realizar un autoexamen de conciencia: evaluar por qué lo hace, si estará contenta o no y estar convencida del motivo.

-Es muy importante que sea sincera en la charla con el profesional y que sepa a qué se está sometiendo ya que eso garantiza un buen resultado.

-Asegurarse de que las prótesis tengan las garantías necesarias, que la operación se realice en un contexto y entorno de seguridad, que haya un monitoreo cardiológico, un anestesista y que se usen materiales estériles.